Señales analógicas y digitales
El
comportamiento de la naturaleza es analógico: la intensidad (amplitud) de los fenómenos
que en ella se producen cambian continuamente a través del tiempo. La presión
atmosférica y la temperatura, por ejemplo, están cambiando continuamente de un
valor a otro y en el ínterin registran millones de valores. Otro ejemplo de
señal analógica es la que envía nuestra voz.
Las
señales analógicas son por ende señales eléctricas de variación continua en
intensidad o amplitud en el tiempo, como se puede apreciar en la figura. Hasta hace
poco, la forma dominante de transmisión de señales de radio y televisión ha sido
analógica. La gran desventaja de ese tipo de transmisión es que el ambiente genera
también señales del tipo analógico, conocidas como ruido, que generalmente interfieren
con las que acarrean información y crean complicaciones resultando en una señal
de menor calidad.
Por otro lado, las señales
digitales adquieren uno de dos valores a través del tiempo, como se puede
apreciar en la figura. Su comportamiento se puede equiparar al de un
interruptor (o switch) que tiene uno de dos estados: encendido o apagado. Las
ventajas de este tipo de transmisión es, primero, su inmunidad a las
interferencias ya que al digitalizar una señal se elimina el “ruido” producido
por el medio ambiente, produciendo una señal más pura y de mayor resolución (si
se cumplen otros requisitos que no son importantes en este momento); y, segundo,
que puede codificarse usando el que se basa en los dígitos
1(encendido) y 0 (apagado). Ese tipo de código se presta al almacenamiento; o sea,
se puede guardar en memorias de las utilizadas en cámaras digitales y discos duros
de computadoras.
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